La foto fue tomada por mi abuela Ingrid Jofré, en Cobquecura, Chile. En ella aparecen mi madre y mi tía, en un hermoso día de campo.
Lisandro Salvador Sandoval Torres en la Universidad de Concepción, feliz estudiante de filosofía. Fue abatido en Santiago el 17 Agosto del 1981. Uno de nuestros mártires de Tomé.
Se entró una cámara clandestina y los prisioneros políticos pudieron fotografiarse al interior de la cárcel Chacabuco 70 de Concepción. La cámara parece que la ingresaron por piezas que luego fueron unidas por los prisioneros. Fotografía de 1974 - 1975 apróximadamente. Fue donada al archivo por Berta “Lili” Cabrera durante la jornada 50 años | 50 acciones en Hospital de Tomé.
Retrato en casa de la Población Manzanal. En la fotografía aparece mi madre, mi tia y la vecina amiga Amara. Uno de los perritos se llamaba Snoopy. Fotografía cortesía de Exequiel Vargas
Mi hermano César Negrete, detenido desaparecido, recorriendo la feria FISA con sus compañeros de universidad en Santiago.
Johny descansando en el pasto de Escuadrón, Coronel
Parte de matrimonio de mis tíos, 22 Abril de 1972.
Durante la detención de mi padre en el Complejo Fronterizo Chacalluta, un militar decide sacarnos una foto familiar, que al finalizar el denso proceso, propio de todo el que ocurre en una dictadura, le fue entregada por un conscripto en la Base Aérea de Cerro Moreno, en Antofagasta. El gesto acusatorio del infame militar que controlaba la frontera se transformó en una foto emblemática para mi familia, reunida en las buenas y en las malas.
Chico Peto fue un personaje popular en la comunidad Santa Filomena, siempre nos hacía reir.
En mi colegio todos los años organizaban una marcha del "Día sin fumar", en esta ocasión a mi curso le tocaba disfrazarse de animales. El disfraz de perrito dálmata fue uno de los que pudimos encontrar en los locales de Concepción. Recuerdo que durante esa marcha estuve increíblemente acalorada por el grosor del material pero muy contenta con mi disfraz. Al llegar a mi casa a mi mamá se le ocurrió tomar ésta fotografía con todos mis peluches, ya que decía "yo me veía como uno más".
Huerta en pueblo de San Fernando de arvejas, zanahorias y habas. Cerca de ahí la señora dueña de la huerta criaba conejos en un hoyo en la tierra, como a tres metros de profundidad, los conejos tenían varias cuevas a las cuales le ponía puerta para pillarlos cuando los necesitaba. Eran muchos los conejos, de todos los colores.
Todas las tardes del verano nos quedábamos hasta tarde en el río, hasta que se iba toda la gente del pozón al que íbamos siempre. Ahí jugábamos, comíamos pancito con bebida y frutas. Mi mamá siempre andaba con hartas cosas pa' comer. Nos salíamos cuando ya teníamos los labios morados. Tipo 7 llegaba mi papá del trabajo y se tiraba un piquero y aprovechaba de bañarse en el río. Todos los días recolectábamos piedras cruces, cada uno tenía su botella grande donde las juntábamos. Fue uno de los mejores veranos, después de eso no nos fuimos más de la comuna de Arauco.
Matrimonio de los bisabuelos en Antofagasta. Desconozco el año
Esta fue la entrada de mi ex-colegio Madres Dominicas, un lugar que evoca recuerdos de misterio y encanto. La infraestructura, de estilo antiguo, estaba repleta de pasadizos, alimentando la imaginación con mitos y leyendas de fantasmas que rondaban sus rincones. Sorprendentemente, había al menos tres caminos distintos para llegar a un mismo lugar, lo que le otorgaba un toque aún más mágico y enigmático. Lamentablemente, con el paso del tiempo, este lugar especial quedó sepultado en los recuerdos
Retrato gruapl del Club Deportivo la Unión de Rancagua. Fotografía cortesía de Carmen Céspedes.
Vestigios que quedan de la construcción de la población de Chañarcillo
Familia típica de Caldera viviendo en Copiapó.
Max era uno de los perritos de mi abuelo, muy fiel de el además, lo acompañaba siempre mientras trabajaba en su taller. Max era un poco mañoso y además tenía una patita trasera mala, que lo hacía cojear bastante. La foto la tomó mi tío mientras estaba de visita en Chile.
Mi hermano y yo, en Plaza de la Independencia de Concepción, después de nuestro primer día de clases. Él en colegio San Ignacio, y yo en La Providencia.
Construcción de la población. En la imagen, Don Enrique y desconocido. Fotografía cortesía de Patricio Torres