En esta época nosotros vivíamos en Penco, y viajábamos seguido a Cerro Alto a ver a la familia de mi mamá. Este lugar, para mí, una niña de ciudad, parecía campo. Siempre le decía a mis compañeros que la casa de mi abuelo era un cuarto de toda una manzana, así de grande me parecía. En el patio había una compostera gigante, otro espacio donde mi abuelo plantaba papas, choclos, alcachofas y algunas hierbas. Un taller donde hacía sus muebles de madera nativa y tejidos en ñocha. Un castaño con un columpio de cuerda, un sauce, maqui y una araucaria, que estaba justo entremedio de este jardín que cuidaba mi abuela. Tenía un pequeño cerco de madera, y una variedad enorme de flores de distintos colores, abarcaba justo la esquina de la cuadra. Aquí sale mi mamita, una de los ocho hijos que tuvo mi abuela.

Bautizo de Patricio Páez cuando tenía 3 meses de nacido

La felicidad de nadar y tirarse piqueros en la poza del Río Copiapó. Fotografía Cortesía de Solier Contreras.

Lisandro Salvador Sandoval Torres en la Universidad de Concepción, feliz estudiante de filosofía. Fue abatido en Santiago el 17 Agosto del 1981. Uno de nuestros mártires de Tomé.

Se puede ver la figura de la población como un casco romano y el cerro que esta desapareciendo porque ahora la mina es a tajo abierto.

Ejercicios de academia de preparación en la plaza de Armas de Copiapó, afuera de la desaparecida Escuela Superior de hombres y mujeres.

Johny descansando en el pasto de Escuadrón, Coronel

Dias de nacido, me llama la atención como era la habitación de maternidad del Sanatorio Alemán en esos años.

A la derecha, mi hermano César Negrete, detenido desaparecido. Aquí aparece con algún amigo de la época universitaria.

28 de Diciembre de 1973 a una semana de haber sido liberada del campo de concentración Isla Quiriquina, junto a mis hijos mayores. Playa El Morro