Mi marido junto a sus hermanos visitan lo que será su nuevo hogar en el Manzanar Bombero Villalobos de Rancagua.

Yo con mis hermanas, junto con la agrupación de detenidos desaparecidos, en un homenaje en lo que fue la Vicaría de la Iglesia católica de Barros Arana 1701. Se inauguró un monolito en memoria de la Vicaría que existió ahí, un lugar muy importante que nos brindó mucha ayuda y contención.

Mi mamá me cuenta que siempre se juntaban a celebrar San Juan en familia para honrar a mi abuela. Para animar aún mas la fiesta mis tíos la instaban a tocar guitarra (sin ella saber hacerlo muy bien) y entre tragos y alegría la acompañaban cantando. Gracias a esa guitarra yo sí aprendí a tocar pero con la mitad de su carisma.

Retrato en casa de la Población Manzanal. En la fotografía aparece mi madre, mi tia y la vecina amiga Amara. Uno de los perritos se llamaba Snoopy. Fotografía cortesía de Exequiel Vargas

Mi abuelo, Gastón Figueroa, sosteniéndome en el cálido patio de nuestra casa en Puchacay, Collao.

En esta foto estábamos tomando desayuno con gente de la iglesia, y como estábamos comiendo fuera mi papá decidió sacar una foto. Fue un día antes del terremoto.

Sacando la marina y mineral de ley

Uno de los tantos partidos de fútbol de mi abuelo Jorge Andrade en los cerros de Tomé. Escribe al reverso de la fotografía "recuerdo de unos amigos".

Junto a mis hijos, Yania Elisa Muñoz Castillo y Hugo Muñoz Castillo, y mis sobrinas Evelyn Cabrera Miranda y Violeta Cabrera Miranda, en el foro de la Universidad de Concepción. Siempre nos movilizamos a apoyar cualquier acción política que hubiera en Concepción.

Mi madre nacida y criada en Tomé, cuenta y tiene bonitos recuerdos de las veces que con la familia iban a acampar a las playas tomecinas en su carpa de lona. En esta fotografía aparece con su hermano y abuelos en la localidad de Cocholgüe.