Aquí están mis primos y sobrinos, chilenos y británicos en una parada en el supermercado camino a un paseo a la playa. Cualquier momento era de juego y diversión, se las arreglaban y pasaban muy bien a pesar de no hablar el mismo idioma.

Hermoso recuerdo del bautizo de Genoveva de las Mercedes Lagos Avello, junto a sus padrinos Víctor Manuel Lagos Pantoja y Lucila Insunza, en la Parroquia Nuestra Señora de Fátima Los Ángeles Chile , el 8 de mayo de 1971

Esta fue la entrada de mi ex-colegio Madres Dominicas, un lugar que evoca recuerdos de misterio y encanto. La infraestructura, de estilo antiguo, estaba repleta de pasadizos, alimentando la imaginación con mitos y leyendas de fantasmas que rondaban sus rincones. Sorprendentemente, había al menos tres caminos distintos para llegar a un mismo lugar, lo que le otorgaba un toque aún más mágico y enigmático. Lamentablemente, con el paso del tiempo, este lugar especial quedó sepultado en los recuerdos

Recuerdo de la incansable lucha de mi madre junto a otras madres para que pudieran volver sus hijos del exilio. A pesar de las ofensas y agresiones de carabineros hacia ellas siempre estuvieron en las calles por el derecho del retorno de sus hijos. Esta es una de una manifestación de la agrupación "Fin al exilio" a la que pertenecían. Esta agrupación de formó para luchar por el fin al exilio de los prisioneros de la cárcel Chacabuco 70, Concepción.

Fotomontaje que hice con mi ampliadora artesanal de madera

Foto con la familia, en la playa de Cocholgüe. El viaje lo hicimos en tren.

En la fotografia 3 niños sobre el piso natural de la Alameda Copiapina y en el fondo una joven iglesia San Francisco.

Mi abuela y vecinas/amigas del barrio en un paseo en las termas, con sus hijos e hijas. Curiosamente todas visten trajes de baños negros.

La abuela E es la madre de mi mamá, nacida en La Serena. Durante los veranos, tenía la costumbre de viajar a Talcahuano para unirse a las festividades en familia. Actualmente, la visitamos en el Norte. Posee rasgos fuertes y un carácter sereno, además de un profundo amor por la música clásica y un impresionante dominio de los refranes, que conoce al derecho y al revés. Su mente ágil le permite resolver sin problemas sudoku y crucigramas, aunque con sus 95 años, cada vez le resulta más difícil completarlos. Al mirar esta foto, noto que su descendencia ha heredado un porcentaje de esa energía que la caracteriza.

Retrato gruapl del Club Deportivo la Unión de Rancagua. Fotografía cortesía de Carmen Céspedes.