En esta foto salgo con mi hermana Nicol en un intento por bañarme cuando era bebé en Curanilahue.

Mi marido junto a sus hermanos visitan lo que será su nuevo hogar en el Manzanar Bombero Villalobos de Rancagua.

Esta casita del cerro fue el primer lugar donde vivimos los cuatro. Tengo pedazos de recuerdos, esos que están tan escondidos que parecen sueños. En la foto aparecemos mi hermana y yo.

Ramada para secar huesillos después de la pela de duraznos, práctica de popular en el campo.

Mi foto trata sobre cuando yo era pequeño y me había bañado recientemente y me sentaron a la mesa para almorzar y mi mamá saco la foto y salgo con una polera del coló colo y ahora ya no me gusta ese equipo de futbol

Retrato en casa de la Población Manzanal. En la fotografía aparece mi madre, mi tia y la vecina amiga Amara. Uno de los perritos se llamaba Snoopy. Fotografía cortesía de Exequiel Vargas

Mi mamá me cuenta que siempre se juntaban a celebrar San Juan en familia para honrar a mi abuela. Para animar aún mas la fiesta mis tíos la instaban a tocar guitarra (sin ella saber hacerlo muy bien) y entre tragos y alegría la acompañaban cantando. Gracias a esa guitarra yo sí aprendí a tocar pero con la mitad de su carisma.

Con Rodolfo Humberto Muñoz Castillo a fines de Enero 1981, con tres meses. En casa de mi hermano Cerro Navidad.

Foto familiar, Conce centro, año 95' aprox.

Siempre mi familia ha sido cercana a los canes, como si fueran parte del grupo. En esta imagen estoy con “Pezote”, el eterno e inseparable novio de la “Lucrecia” o “Dulce” como le decían en el pasaje del lado. En la villa los perros siempre han sido bienvenidos, será por la periferia que siempre los fueron a botar a nuestra plaza. La verdad, es que nosé como llegó, pero si que se alegraba cuando llegabas, nunca ladró, hacia extraños sonidos con su hocico simulando palabras. Solo podía decir la vocal “O”. La primera muerte cercana que tuve fue él, su cuerpo tibio estaba tapado con su frazada en el patio de la casa, tenia que ir al colegio nadie me explicó más. Fue extraño, la vida y el mundo siguió como si nada.