Dos primos en un rio

Huerta en pueblo de San Fernando de arvejas, zanahorias y habas. Cerca de ahí la señora dueña de la huerta criaba conejos en un hoyo en la tierra, como a tres metros de profundidad, los conejos tenían varias cuevas a las cuales le ponía puerta para pillarlos cuando los necesitaba. Eran muchos los conejos, de todos los colores.

Lisandro Salvador Sandoval Torres en la Universidad de Concepción, feliz estudiante de filosofía. Fue abatido en Santiago el 17 Agosto del 1981. Uno de nuestros mártires de Tomé.

Mi madre, con sus hermanos pequeños y mi abuela.

Casamiento de mis abuelos, Bernardo y Margot, las mujeres intentan agarrar el ramo de la novia.

Durante la detención de mi padre en el Complejo Fronterizo Chacalluta, un militar decide sacarnos una foto familiar, que al finalizar el denso proceso, propio de todo el que ocurre en una dictadura, le fue entregada por un conscripto en la Base Aérea de Cerro Moreno, en Antofagasta. El gesto acusatorio del infame militar que controlaba la frontera se transformó en una foto emblemática para mi familia, reunida en las buenas y en las malas.

Primer carro que me entregaron en el cuerpo de bomberos de Copiapó, cuando formé la cuarta Compañía "Voluntad y Disciplina" el 08 de Junio de 1972.

Familia celebrando en la población Pedro León Gallo, calle Las Rosas, Copiapó.

Mi mamá me cuenta que siempre se juntaban a celebrar San Juan en familia para honrar a mi abuela. Para animar aún mas la fiesta mis tíos la instaban a tocar guitarra (sin ella saber hacerlo muy bien) y entre tragos y alegría la acompañaban cantando. Gracias a esa guitarra yo sí aprendí a tocar pero con la mitad de su carisma.

Las familias se reunen en torno a Río Copiapó que revive y las nuevas generaciones palpan lo que una vez perteneció a la vida cultural de Copiapó. Fotografía cortesía de José Manuel Gutierrez Bermedo